THERMOMIX Y ALIMENTACIÓN DEL BEBÉ

Ayer me hicieron la demostración del funcionamiento de la thermomix, prueba que tenía pendiente desde hacía varios meses y que por no encontrarme demasiado bien había ido retrasando. La verdad es que me quedé alucinada de las cosas que llega a hacer en un momento (ojo, que no pretendo vendérsela a nadie :-) pero la verdad es que con la demostración de ayer cenamos cuatro (con la bebida incluida, preparó una limonada en menos de 10 segundos) y hoy no tengo que hacer comida. Tengo también pan rallado para empanar filetes y el postre hecho (sorbete de plátano, que a David le ha gustado mucho). Me han encantado la cantidad de posibilidades que tiene, pero sobre todo me gusta la idea de preparar los famosos "potitos" de la niña solo con ingredientes naturales, y poderlos hacer al "por mayor" (ya estoy guardando frascos adecuados para ello, después los puedo conservar al baño maría y tenerlo en el frigorífico) asi podré preparar papillas de frutas, verduras, carnes y pescados de todos los tipos sabiendo exactamente lo que come. Vale que hoy en día esas cosas se cuidan bastante, y que los potitos aseguran que no tienen conservantes, ni colorantes ni azucar extra, pero la verdad, donde esté algo preparado en casa, su alimentación será todo lo variada que me recomiende el pediatra. Después de lo que vimos ayer, estamos convencidos de que la textura será la adecuada (dejó el pan duro mucho más fino que el que compras rallado en la tienda, tiene una supervelocidad turbo que actua en 2 segundos a 10000 r. p. m.) y que la chiquitina no encontrará grumos ni hebras en sus papillas.