viernes, 22 de agosto de 2008

LA FRAGILIDAD DE LA VIDA

Estos están siendo días tristes para España. Al hecho de vivir un accidente tan grave como el ocurrido en Barajas se suman todas las familias rotas por este acontecimiento. Leí la lista de pasajeros y me encontré con más de 20 niños presentes en el avión. Vidas que aun no habían tenido casi tiempo de empezar y que ya no van a tener la oportunidad. Muchas familias completas también. Padres con 2 ó 3 hijos, en algunos casos acompañados también de hermanos o amigos. Y te planteas lo fragil que es la vida.
Hablándolo ayer, David me preguntó: "En el caso de tener un accidente, por ejemplo de coche ¿Qué preferirías? ¿Qué sobreviviese solo uno o dos o que nos fuésemos todos?" Por un momento me tentó la idea de que toda la familia terminase junta a la vez en un caso así y al segundo me di cuenta de lo egoista que estaba siendo. ¿Qué derecho puedo tener yo para pensar que si me ocurre algo a mí quiero que mi marido y mi hija se vengan conmigo? Lo que puedo desear que es ellos puedan seguir adelante y que Alicia al menos tenga las mismas oportunidades que hemos tenido su padre y yo, o más si es posible. Que pueda estudiar, hacer muchos y buenos amigos, viajar, trabajar, enamorarse, acertar en algunas cosas y equivocarse en otras... VIVIR.
Al menos me queda la tranquilidad de saber que si algo nos pasase a David y a mí algún día, Alicia no se queda sola. Tiene a sus abuelos, a su tía Cristina y a su tio Nacho. Entre todos cuidarían de ella con todo el amor del mundo.

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