COMPLEMENTOS PARA DOS

El domingo pasado quedamos con unos amigos a los que no veíamos hace bastante tiempo (y eso que somos vecinos de dos de ellos, pero ya se sabe, cuanto más cerca, más lejos :-) Fuimos a su casa y desde allí nos acercamos por la noche a la fiesta de la salchicha que celebra Zaratan todos los años. Lo más curioso de la tarde fue lo que pasó cuando nos dieron un regalo que habían comprado para Alicia. Nosotros les habíamos pedido la trona, ya que es una cosa muy útil y que no teníamos. La trona es muy maja y tal como la queríamos, del tipo que se coloca colgada de la mesa. Ocupa poco espacio y la puedes llevar con facilidad a todas partes. Pero la sorpresa fue cuando abrimos la caja. Creo que a todos al principio nos había sorprendido el tamaño de la caja, ya que era demasiado grande para una trona de mesa. Yo particularmente pensaba que venía montada, porque no se explicaba tanta caja para una cosa que supuestamente ocupa poco. Pero lo mejor fue que al abrirla vimos que en el centro comercial donde lo habían comprado (no diré nombres, pero es uno de los GRANDES:-) se habían colado y les habían dado ¡dos! tronas iguales. No hay problema, ya que si no se la reclaman (y es posible que no, ya que la debieron comprar hace bastantes días) la pareja que participó en el regalo puede sacarle un buen uso. Ellos están esperando un peque para finales de este año y aunque ya tienen una trona de su hijo mayor, es de las que son enteras y por lo tanto más difíciles de transportar. Y la trona, un gran invento. ¡Qué bien se dan las papillas cuando puedes tener al peque bien sujeto en una!