jueves, 12 de agosto de 2010

CARACTER

Una pregunta que nos hacemos en casa es ¿La alegría es algo que se hereda o que se aprende? Una cosa que he leído es que los seres humanos nacemos optimistas por naturaleza y que luego ya son los comportamientos que tienen lugar a nuestro alrededor los que nos hacen cambiar o permanecer así. La cuestión es que las niñas han oído muchas más risas que llantos en nuestras casas (y llantos también ha habido como en la de cualquier hijo de vecino) pero desde luego gana por mucho la alegría. Y ahí está nuestra duda. Porque Alicia es alegre, lo ha sido siempre. Pero Ana se lleva la palma. Siempre está sonriendo, con cualquier cosita que le dices obtienes de ella una sonrisa (bueno, salvo cuando quiere comer, que es a casi tooooooodas horas, entonces no hay cucamona que sirva hasta que tiene tiene lo que quiere) Me encanta cuando la estoy dando de comer, como me mira a veces, sonríe y se aferra al pecho con más fuerza. Con los ojos y su sonrisa me está diciendo "jejeje, ya he conseguido lo que quería".
El caso es que mientras Alicia solo me veía alegre y paciente (si, de verdad,con ella de bebé era así) Ana ya no lo vive de igual forma, porque observa nuestro comportamiento con Alicia y como más de una vez (y de dos, y de tres, y de... bueno, muchas veces) la mayor se lleva una voz o un castigo. Pero Ana sigue tan alegre, como si supiera que la cosa no va con ella.
Así estamos. Probablemente nos quedemos con la duda, pero mientras las niñas sigan así de alegres y simpáticas, la verdad es que me importa poco :-)

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